Mejora el posicionamiento web con vídeos de empresa

Los vídeos corporativos ofrecen muchas ventajas a todos los tipos de negocios. Sus beneficios se pueden palpar a nivel de reconocimiento y recuerdo de la marca, a nivel de capacidad de viralización y también a nivel de branding, por su capacidad de transmitir mensajes en poco tiempo y/o emociones. A todos estos efectos positivos, se suma uno que muchos desconocen: los vídeos corporativos pueden ayudar a mejorar el posicionamiento web. ¿Por qué ocurre esto?

Los efectos del vídeo en el posicionamiento

Aunque el algoritmo de Google es siempre cambiante, uno de los principales criterios que toma actualmente en cuenta para elaborar el ranking de resultados es el tiempo de permanencia de los usuarios en la web. Insertando vídeos atractivos, los usuarios pasarán más tiempo en la página, mientras se reproduce el vídeo. Sin embargo, esto no quiere decir que debamos alargar los vídeos eternamente para rascar unos segundos de permanencia: una duración similar a la de un spot, entre uno y dos minutos es suficiente, porque los usuarios no mantendrán la concentración mucho más, y corremos el peligro de que nuestro mensaje se pierda. Por otro lado, los vídeos también pueden ayudar a disminuir la tasa de abandono y de rebote de una web, porque si los usuarios llegan a una página con un texto inmenso, corremos el riesgo de que se asusten y se salgan de la web en busca de una información más sintética. En cambio, si ofrecemos un vídeo acompañado de un pequeño texto, serán más proclives a hacer clic en el vídeo y, si después lo necesitan, completar la información con el texto (o viceversa: leer el texto y, si necesitan más información, recurrir al vídeo). El texto de acompañamiento es esencial por otra razón: un vídeo dentro de una página aumenta el tiempo de permanencia, pero no posiciona por sí mismo –Google no puede ‘leerlo’-. Por este motivo, la página que queremos posicionar debe contar siempre con un contenido textual que trabaje las palabras claves que nos interesan. El texto que acompañe a un vídeo de empresa no debe reproducir exactamente lo que se escucha en este, es decir, no debe realizarse una transcripción literal, pero sí abordar las mismas temáticas que el vídeo, usando las palabras clave que queremos posicionar, y con algún aporte nuevo que complemente la información. De este modo, evitamos que los usuarios que opten por consumir los dos formatos de contenidos se encuentren con una información totalmente redundante, algo que podría hacer mella en su experiencia de usuario.

Vídeo en Youtube vs carga en la web: qué tener en cuenta

Llegados a este punto, los  beneficios de usar vídeos en un sitio web corporativo están claros. Sin embargo, existe un debate sobre la conveniencia de que los vídeos estén directamente alojados en el sitio web o si es preferible subirlos antes a Youtube, para después embeberlos. Algunos expertos defienden que es preferible alojar los vídeos en Youtube, pero esto tiene sus pros y sus contras. Por un lado, usar Youtube evita aumentar el peso de la web–y, por tanto, ralentizar la carga, lo que perjudicaría al posicionamiento-, algo a tener en cuenta sobre todo cuando el volumen de vídeos es muy alto. Los que se posicionan en el bando contrario aducen que subir el vídeo a Youtube puede ser perjudicial para el posicionamiento, porque de este modo lo que estamos haciendo es competir con el vídeo por las mismas keywords; y Youtube –propiedad de Google- tendría las de ganar, dado que el buscador prefiere derivar el tráfico a la plataforma de su propiedad. ¿Qué hacer, entonces? No hay una respuesta exacta. Habrá que sopesar ambas opciones y tener en cuenta factores como el número de videos que queremos subir, el tiempo de carga de la web, los intereses de la empresa, etc. En todo caso, Youtube también puede aportar tráfico referral a la web, además de dar a la empresa una gran visibilidad.