Inteligencia Artificial: qué es, cómo funciona y para qué se utiliza

1. ¿Qué es la Inteligencia Artificial?
2. ¿Cómo funciona la Inteligencia Artificial?
3. Usos de la Inteligencia Artificial

La Inteligencia Artificial (IA) ha causado un gran revuelo desde hace décadas, incluso cuando comenzaba a desarrollarse. La posibilidad de generar máquinas que reemplazarán a los humanos en sus procesos cognitivos supondría una verdadera revolución; y muchos se han puesto manos a la obra para intentarlo. 

Pero, más allá de especulaciones y debates, ¿qué es exactamente la Inteligencia Artificial y qué usos tiene actualmente? En BeeDIGITAL compartimos algunas claves sobre esta realidad y sus usos en el presente, poniendo el foco en cómo la IA ya forma parte de muchos procesos en negocios de todos los tamaños.

1. ¿Qué es la Inteligencia Artificial?

La propia definición de la IA ha sido problemática, en gran medida porque definirla pasaba por definir cómo funcionan los procesos cognitivos humanos y qué tipo de acciones deberían “imitar” las máquinas para poder aplicarlos. Por ello, existen múltiples definiciones de Inteligencia Artificial. 

En cualquier caso, la mayoría de ellas tienen lo siguiente en común: comprenden la Inteligencia Artificial como la capacidad de las máquinas de imitar las capacidades de resolución de problemas y toma de decisiones que exhibe la mente humana. 

Más allá de esta clave, destaca el enfoque propuesto por los autores Stuart Russell y Peter Norvig que, en su libro “Artificial Intelligence: A Modern Approach”, definieron la IA como la capacidad de tomar estímulos y percepciones del exterior y llevar a cabo acciones. De hecho, destacaron las siguientes cuatro capacidades a desarrollar en las máquinas con Inteligencia Artificial: pensar de forma humana, pensar de forma racional, actuar de forma humana y actuar de forma racional.

Más allá de definiciones teóricas, la Inteligencia Artificial se ha convertido en la capacidad de algunas tecnologías de proporcionar a los usuarios experiencias más valiosas y personales. 

2. ¿Cómo funciona la Inteligencia Artificial?

Hay diversos enfoques sobre el funcionamiento de la Inteligencia Artificial, así como niveles de complejidad. 

A día de hoy, se habla de la Inteligencia Artificial Narrow o Weak (“estrecha” o “débil”) para referirse al tipo de herramienta más común, que opera de forma limitada siguiendo reglas concretas y algoritmos específicos.

No obstante, este tipo de Inteligencia Artificial presenta su mayor potencial en el desarrollo de procesos de Machine Learning. Esto supone que, a través de la inserción de datos y aplicando técnicas estadísticas, la máquina puede aprender a realizar sus tareas de forma más precisa. Se minimiza así la dependencia de las reglas y algoritmos originales, y este aprendizaje puede realizarse de forma supervisada por humanos o sin supervisión.

El deep learning va un paso más allá en el funcionamiento de la Inteligencia Artificial: utilizando redes arquitectónicas basadas en el aprendizaje humano, permite a las máquinas hacer conexiones y valorar la importancia de los datos, obteniendo mejores resultados en su aprendizaje.

Se espera que el avance en estos procesos convierta a la Inteligencia Artificial en un tipo de tecnología cada vez más útil para los humanos y las empresas, pronosticando que el valor de este mercado podría rebasar los 100.000 millones de dólares estadounidenses en 2025, según cifras de Statista.

3. Usos de la Inteligencia Artificial: el presente de la IA

La Inteligencia Artificial no solo presenta un gran potencial, sino que ya está ayudando a las empresas y a los ciudadanos a obtener experiencias más valiosas en sus interacciones con máquinas. 

Así, algunos de los usos actuales de la IA incluyen:

• Reconocimiento de voz: utilizando técnicas de Procesamiento de Lenguaje Natural (PLN), las máquinas son capaces de comprender qué requieren los humanos de ellas y ayudarles en su búsqueda. Es el caso de asistentes como Siri o Alexa.
• Motores de recomendaciones: utiliza como datos las experiencias anteriores de los usuarios para proporcionar resultados personalizados en las búsquedas. Como ejemplos, se aplica en motores de búsqueda como Google o en plataformas de streaming como Netflix.
• Agentes virtuales en la atención al cliente. Los chatbots están reemplazando rápidamente a los agentes humanos en tareas repetitivas dentro de los procesos de atención online al cliente. Así, son capaces de guiar a los usuarios y ayudarles a resolver sus dudas sobre productos o servicios. De este modo, es común encontrar chatbots en la atención al cliente en redes sociales o en plataformas eCommerce.