La jornada de 4 días está en boca de muchos desde que el Gobierno de España lo planteó en el año 2023. En el caso español, un primer paso se dio en mayo de 2023, cuando una serie de empresas optaron por una convocatoria del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo...
Pros y contras de los tipos de contratos más habituales
Son muchos los tipos de contrato que pueden firmar empresa y trabajador, y muchas las leyes que los regulan. Tanto es así que en muchas ocasiones el trabajador no sabe exactamente qué condiciones laborales le están ofreciendo: no sabe si son favorables para él o si, por el contrario, su nuevo contrato laboral le perjudicará más que le beneficiará.
Por eso, y para que sepas en qué tipo de contrato estás a punto de involucrarte, te traemos aquí un listado de las ventajas y los inconvenientes de los contratos más habituales.
Contrato indefinido
Este es uno de los contratos más conocidos. Es el tipo de contrato más codiciado por los trabajadores debido a la seguridad y estabilidad que van implícitas en él. Dicha seguridad viene dada porque no hay una fecha de extinción del acuerdo, por lo que, supuestamente, el trabajador podría estar toda su vida laboral trabajando para la empresa, salvo que incurra en faltas que sean motivo de despido. Otra ventaja de este tipo de contrato es la indemnización en caso de despido.
El mayor inconveniente del contrato indefinido es que si dejas el trabajo de manera voluntaria para irte a otro, por ejemplo, no tendrás derecho a indemnización.
Contrato indefinido de fijos discontinuos
Este contrato es una variante del indefinido. Se caracteriza por garantizar el trabajo de manera indefinida, pero no durante todo el año, sino durante un periodo de tiempo. Para entenderlo, imagina una tienda de moda donde saben que durante la temporada de rebajas su volumen de trabajo aumenta. Por ese motivo, todos los años en ese periodo contratan a las mismas personas para poder dar un mejor servicio a los clientes. Es decir, las personas con contratos de fijos discontinuos tendrán trabajo seguro de por vida, pero solo en ciertos periodos del año.
Este tipo de contrato tiene varias ventajas:
La primera es que puedes combinar varios tipos de trabajo a lo largo del año, ya que el contrato no es excluyente.
Si cotizas el tiempo mínimo establecido, tendrás derecho a cobrar la prestación por desempleo.
Si por fuerza mayor no puedes acudir cuando te llamen a trabajar, la empresa tiene la obligación de seguir guardándote el puesto.
El mayor inconveniente de estos contratos es que el trabajo no es continuo, ya que solo tienes trabajo seguro determinados meses al año. Tampoco hay que olvidar que si te despiden o si te dejas el trabajo, pierdes la oportunidad de que te vuelvan a llamar en futuras ocasiones.
Contrato mercantil
Es uno de los contratos que se han puesto más de moda en los últimos tiempos. Son muchas las empresas que se han subido al carro de los contratos mercantiles por los beneficios que tienen para ellas, pero ¿también es beneficioso este tipo de contrato para los trabajadores? Pues bien, hay que partir del hecho de que en este tipo de contratos no estableces un vínculo laboral propiamente dicho con la empresa, es decir, es como si fueras un trabajador autónomo.
Sus ventajas se asocian a la libertad de la que gozas: no tienes horarios estrictos, nadie puede marcarte cómo debes hacer tu trabajo (no debe confundirse con establecer unos objetivos, que eso sí pueden hacerlo), eres tu propio jefe…
En cuanto a los inconvenientes, saltan a la vista. No existe estabilidad, ya que cuando la empresa lo crea oportuno, podrá prescindir de ti sin más explicaciones; tienes que pagar las cuotas de la Seguridad Social y darte de alta como autónomo, con los gastos que ello conlleva; si te despiden, no tienes derecho a un finiquito y los ingresos son variables, ya que normalmente los trabajadores van a comisión. En cuanto al paro, dependerá de si en tu afiliación como autónomo has decidido pagar más para cubrir el fondo de desempleo; si no es así, no tendrás derecho a recibir un subsidio.
Contrato por obra y servicio
Otro tipo de contrato muy empleado por las empresas es el de obra y servicio. Este tipo de contrato es muy habitual cuando se necesita cubrir picos de producción puntuales y cuando hay que llevar a cabo tareas con fecha de finalización determinada.
Estos contratos presentan ventajas e inconvenientes para los trabajadores. La principal ventaja reside en que realmente es un contrato fijo. Es decir, como trabajador tendrás derecho a percibir un salario estipulado anteriormente, tendrás derecho a recibir el finiquito, al igual que también tendrás derecho a cobrar la parte proporcional de las pagas estipuladas en la empresa y a disfrutar de los días de vacaciones que te correspondan por los días trabajados.
El principal inconveniente es la inseguridad asociada a este tipo de contratos, ya que habitualmente no te informan de la fecha de finalización del contrato, con lo que no sabes si vas a trabajar durante tres meses o durante tres años.
Contrato de formación
Si necesitas adquirir experiencia laboral dentro de tu sector, el contrato formativo puede ser una opción ideal para ti. Los contratos de formación son beneficiosos tanto para la empresa como para el trabajador. Centrándonos en las ventajas del trabajador, si accedes a este tipo de contrato, además de obtener formación de primera mano y experiencia, tendrás las siguientes ventajas:
Tienes derecho a percibir cierta cantidad económica, cantidad que se calcula todos los años en base al salario mínimo interprofesional.
Tienes derecho a disfrutar de vacaciones o días libres, siempre y cuando lo estipule el convenio de tu sector.
La duración del contrato oscila entre uno y tres años. Conforme avance el tiempo de contratación, la prestación económica que se percibe va en aumento por ley.
Si trabajas más de un año, tendrás derecho al subsidio por desempleo.
En cuanto a los inconvenientes, realmente tiene pocos. Por citar alguno, para poder acceder a este tipo de contrato, tendrás que ser menor de 30 años.
Contrato a tiempo parcial
El contrato a tiempo parcial es uno de los más utilizados en lo que se conoce como minijobs: contratos de un determinado número de horas semanales, contratos de fin de semana… estos son los tipos de contrato a tiempo parcial más comunes.
Entre sus ventajas la más importante es la de tener libertad para combinar dicho trabajo con otros trabajos o con los estudios, algo muy usual entre los jóvenes actuales. Dependiendo de si es un contrato indefinido o definido, tendrás derecho o no a una indemnización por despido, pero lo que es seguro es que tienes derecho a los días de vacaciones que te correspondan conforme a lo estipulado.
Como inconvenientes hay que citar que, al tratarse de contratos a tiempo parcial, la remuneración obtenida es baja en relación con la de los trabajadores a tiempo completo.
Estos son algunos de los tipos de contratos más habituales del mercado laboral. Después de leer esta explicación, ¿con cuál te quedas?
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