El contrato mercantil y los problemas de plantilla

Por: Equipo BeeDIGITAL

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En un contexto como el actual, en el que las empresas hacen esfuerzos titánicos para tener resultados positivos, cualquier reducción de costes es bienvenida. Y una de las fórmulas que puede ayudar a conseguir una disminución de los costes y, al mismo tiempo, una mayor rentabilidad organizativa es el contrato mercantil.

Los problemas con la plantilla en una empresa pueden deberse al exceso o al defecto de trabajadores e irán parejos a la producción o a las ventas que estos puedan generar. El exceso viene cuando se tiene muchos trabajadores para el volumen de negocio que se maneja. Eso conlleva un gasto que no se ve repercutido en la cuenta de ingresos. Y, por el contrario, el defecto se produce cuando los trabajadores no pueden dar abasto con la producción.

Tanto el exceso como el defecto hacen a la empresa menos productiva y, en definitiva, menos rentable. El contrato mercantil elimina ese riesgo en cualquiera de los casos. Gracias al contrato mercantil, la empresa puede, por ejemplo, tener una cantidad mínima de personal y cubrir las subidas de trabajo con trabajadores autónomos mediante el contrato mercantil.

Ambos problemas afectan a la productividad de la empresa. Con el contrato mercantil, la empresa se asegura de que el trabajo se organizará de la mejor manera posible con los trabajadores que contrata para cumplir los plazos y el acuerdo firmado. De esta manera, se evita tener a trabajadores sin nada que hacer, así como a otros que estén desbordados.

El gasto en personal es fijo todos los meses. Pero no todos los meses se generan los mismos beneficios. Puede ser difícil establecer un número idóneo de trabajadores para que las ganancias sean las deseadas. Por ello, contratar a personal externo con unas condiciones pactadas de antemano para la realización de trabajos concretos es una buena solución.

Por cada trabajador la empresa paga, además de su nómina, las cuotas de la Seguridad Social, las bajas por enfermedad, las vacaciones, etc. Con el contrato mercantil esa carga deja de recaer en la empresa contratante y pasa a ser preocupación de la empresa contratada, lo que supone un mayor ahorro para la primera.

El contrato mercantil gana terreno al contrato laboral

Por estas razones, el contrato mercantil ha pasado a ser una de las elecciones de contratación más comunes entre las empresas hoy en día. Solo hace falta darse una vuelta por las webs de búsqueda de empleo para comprobar que un alto porcentaje de ellas busca personal con el perfil de autónomo.

Para la empresa es una forma de asegurarse que tiene trabajando en cada momento al personal necesario, sin contraer otros compromisos que los firmados ni gastos elevados en personal, solo pagando a una empresa o a una persona por prestar un servicio. Se consigue así una optimización económica considerable.

Hay algunas profesiones en las que el contrato mercantil ya se ha implantado en un porcentaje muy elevado. El sector comercial es uno de los más acostumbrados a este tipo de contrato. Cada vez más las empresas prefieren contratar a comisión a personal externo, que gana un porcentaje en función de las ventas que realiza, con lo que la empresa sabe que si no ingresa dinero, tampoco lo va a gastar.

Aunque el contrato laboral no desaparece, las empresas están viendo que contratar los servicios a un tercero es más económico y supone menos preocupaciones. El régimen de trabajadores autónomos no para de crecer y la externalización de servicios sube muchas posiciones. Las plantillas cada vez son más pequeñas y muchas empresas siguen buscando cómo reducirlas para no malgastar ni un euro. El contrato mercantil les pone la solución en bandeja.