Growth Hacking: qué es y cómo aplicarlo

Durante los últimos años, el término growth hacking se ha consolidado como uno de los más utilizados dentro del ámbito del marketing digital.

A continuación, te contamos lo que necesitas saber sobre el growth hacking y las posibilidades que ofrece esta técnica para hacer crecer tu negocio.

¿Qué es growth hacking?

El growth hacking es una nueva vertiente del marketing online que permite garantizar la obtención de los mejores resultados a partir de una mayor optimización de los recursos. Por lo tanto, los especialistas que se dedican a este campo trabajan para redefinir al máximo los productos o servicios y su distribución, con el objetivo de que estos lleguen a la máxima audiencia posible.

Esta nueva terminología trabaja para lograr el máximo crecimiento posible en startups y empresas (normalmente, de pequeño tamaño). También se suele usar cuando una empresa lleva un tiempo estancada, sin crecer, y busca romper con esta tendencia.

La idea del growth hacking parte de una idea muy básica: hacer crecer el negocio a partir de una mayor optimización de todos los recursos que se encuentran disponibles. Es decir, pretende conseguir más por menos.

Al contrario de lo que ocurre con otras vertientes del marketing, que se encargan de conseguir otro tipo de objetivos (como consolidar la imagen de marca, captar clientes, destacar en redes sociales…), el único objetivo de los denominados growth hackers es lograr el mayor crecimiento posible explorando nuevas vías. Además, buscan que el crecimiento sea rápido, es decir, en que la empresa se vuelva ‘viral’.

¿Cómo aplicarlo paso a paso?

1. Repensar el producto o servicio. Para poder lograr el objetivo esperado, es importante tener en cuenta que el producto o servicio debe estar bien creado y responder a una necesidad existente en el mercado. Debemos crear un producto que realmente solucione una necesidad o limar uno ya existente hasta que alcance las características que le permitan despegar.
2. Analizar el mercado. De este modo, podremos estudiar el comportamiento de nuestra competencia y definir el perfil real de los consumidores, algo que nos permitirá hacer los cambios necesarios para conseguir crecer.
3. Establecer los objetivos de crecimiento. Tener claro los objetivos concretos que quieres conseguir te ayudará a definir las estrategias para hacerlo. Los objetivos deben ser realistas, cuantificables (por ejemplo, aumentar la facturación del producto estrella en un 20%) y temporales (es decir, debes marcar un plazo para conseguirlo).
4. Sacar la creatividad. En el growth hacking la creatividad es fundamental para poder idear nuevas soluciones con las que responder a los problemas e impedimentos que limitan el crecimiento. También se anticipan las diferentes situaciones a las que la empresa va a tener que enfrentarse en un medio plazo. Deja atrás el miedo al cambio y explora nuevas vías que te permitan cumplir con todos los objetivos pautados previamente: abre nuevos canales de venta y de promoción, cambia de público objetivo, busca una nueva manera de comunicar...

Ten en cuenta que vender más o crecer no siempre significa tener más clientes. A veces vender más puede pasar por fidelizar los clientes que ya se tiene mediante ofertas, estrategias de venta cruzada, u ofertando productos o servicios que sean escalables (por ejemplo, que los usuarios puedan ir contratando mejoras del servicio).

El growth hacking es una de las mejores inversiones para un negocio, pero, a pesar de basarse en análisis y datos, también implica seguir el método de prueba y error. Por eso, antes de dar el salto a esta metodología debes tener claro que quieres probar nuevas vías y transformar la forma en la que vende tu empresa.