Los agentes de IA son una de las herramientas más revolucionarias que este tipo de inteligencia ha puesto sobre la mesa.

Imagina un agente integrado en tu web que actúe como un asistente virtual para los usuarios que tengan dudas sobre tus productos; un planificador de contenidos para redes que te proponga temas y programe las publicaciones en redes; o un agente de inventario inteligente capaz de predecir la demanda de productos en base a datos históricos y en tiempo real, y genere pedidos automáticos en base a esta información. Son solo algunos ejemplos de cómo los agentes de IA están transformando las operaciones de los negocios, permitiendo importantes ahorros de tiempo e mejoras en productividad y eficiencia.

¿Has integrado ya Gemini o chatGPT en tu empresa y quieres saber qué más puede hacer la IA por tu negocio?

Desde nuestra experiencia proporcionando consejos para tu empresa, en Beedigital compartimos las claves para entender qué son los agentes de IA y cómo incorporarlos a tu negocio.

Qué son los agentes de IA

Definidos de forma sencilla, los agentes de IA son sistemas capacitados para llevar a cabo tareas de forma autónoma

Diseñados para contar con habilidades de razonamiento, aprendizaje y memoria, son capaces de abarcar una multitud de funciones: desde tomar decisiones a resolver problemas o interactuar con herramientas digitales para llevar a cabo acciones. Así, hoy ya se están empleando en áreas tan variadas como el diseño de software, la asistencia al cliente o el control de calidad, entre otras muchas.

Tipos de agentes de IA

Aunque hay muchos criterios en base a los que clasificar los agentes de IA, nos vamos a centrar en describir los 5 tipos de agentes de IA desde el punto de vista de su complejidad:

  • Los agentes reflejos se basan en actuar en base a normas y condiciones predefinidas. Un ejemplo sería un sistema que se ocupa de cerrar persianas a una hora determinada del día.
  • Los agentes basados en modelos cuentan con capacidades de memoria y percepción en tiempo real, generando un modelo interno del mundo en el que basan sus decisiones. En esta categoría, un agente en un hogar inteligente es capaz no solo de reconocer las circunstancias actuales y actuar (por ejemplo, encender la calefacción) sino también de aplicar en sus decisiones los hábitos del usuario.
  • Otro tipo de agentes son aquellos basados en objetivos, que combinan la capacidad de crear modelos con información en torno a objetivos que deben cumplirse. Siguiendo el ejemplo anterior, aquí aparecería un agente capaz de tener en cuenta tus objetivos en cuanto a temperatura de la casa o gasto energético.
  • El siguiente grado de complejidad son los agentes basados en utilidad, que añaden una capa más: buscan maximizar la satisfacción del usuario y, para ello, son capaces de tomar decisiones si existen distintas opciones. Siguiendo el ejemplo domótico, aquí el agente tendría en cuenta varios criterios de satisfacción (por ejemplo, la comodidad, el ahorro de energía y la rutina diaria de los habitantes de la casa).
  • Los agentes de IA que cuentan con capacidades de aprendizaje añaden nueva información a su base de conocimientos, pudiendo operar de forma autónoma incluso en contextos en los que, inicialmente, tengan poca experiencia. En el caso del control domótico, este agente sería capaz de adaptarse fácilmente a nuevos patrones de uso (por ejemplo, si llega un nuevo inquilino a la casa).

Cómo funcionan los agentes de IA

Los modelos de lenguaje a gran escala (LLMs) suponen una pieza clave en cuanto a cómo funcionan los agentes de IA. Contar con estas capacidades es lo que permite a los agentes de IA comprender lo que el usuario busca, pero también observar e interactuar con su entorno.

Así, el uso de los agentes de IA se inicia con el usuario, que se encarga de describir sus objetivos y parámetros para lograrlos. En base a ello, el agente se ocupa de emplear las herramientas disponibles, siendo también capaz de interactuar con otros sistemas (bases de datos, APIs, búsquedas web, otros agentes de IA…) para lograr los objetivos marcados.

Un ejemplo: un pequeño negocio quiere utilizar agentes de IA para mejorar sus ventas de un modelo concreto de bolso en la campaña de rebajas.

Para ello, comienza por comunicar su objetivo al agente, y después establece parámetros: presupuesto disponible, público objetivo (por ejemplo, “mujeres entre 25 y 40 años”), definiendo además su tienda online como el canal de venta principal.

A partir de esta información, el agente de IA se ocupará de las siguientes tareas:

  • Crear recomendaciones sobre cómo enfocar las campañas publicitarias y los contenidos en redes sociales
  • Conectarse con la plataforma de anuncios elegida para programas las publicaciones (como, por ejemplo, Google Ads)
  • Monitoreo de resultados para ajustar la estrategia 

Cómo crear agentes de IA

A día de hoy existe una amplia variedad de herramientas que, a modo de “modelos pre-entrenados”, permiten personalizar un agente de IA a las necesidades de un usuario o empresa concretas. Es el caso de GPT, presentado en julio de 2025 como una herramienta que “puede trabajar por ti usando su propio ordenador, gestionando tareas complejas de principio a fin”. 

Más allá de la plataforma elegida, los pasos esenciales que te permitirán crear agentes de IA son los siguientes: definir bien tus objetivos, contar con datos de entrenamiento y dedicar tiempo a entrenar y validar al agente.

Fuentes

Presentamos el agente ChatGPT: un puente entre la investigación y la acción, Open AI, 2025

https://openai.com/es-ES/index/introducing-chatgpt-agent/