¿Qué es la conectividad y por qué es importante en una empresa?

En el mundo globalizado y digital de hoy, la conectividad es un fenómeno reciente pero ya indispensable para cualquier negocio, porque juega un papel esencial en la capacidad de una empresa de satisfacer a sus clientes y retenerlos.

Hoy, más de la mitad de la población del mundo está conectada a internet. Además, negocios de cualquier tamaño pueden contar con empleados, proveedores o clientes en cualquier parte del mundo que requieren de atención continua. 

La conectividad se convierte así en la red de seguridad de cualquier negocio y una ventaja competitiva, que le permite cumplir con sus objetivos de forma eficiente y proporcionar una experiencia del cliente adaptada al siglo XXI. 

¿Qué es la conectividad en una empresa? 

La conectividad de una empresa se define como el modo en que un negocio se comunica con los actores que la componen, sean estos empleados, clientes o proveedores. Así, algunos de los factores que juegan un papel importante en la conectividad incluyen los sistemas informáticos y cómo estos se conectan al resto de agentes.

Algunos ejemplos de herramientas de conectividad a diferentes niveles incluyen:

• Email: una herramienta extraordinariamente dinámica para la comunicación empresarial. Transformadora en su momento, hoy ha sido complementada con otras opciones pero sigue siendo relevante. 
• Videollamadas o conferencias online: en auge tras la crisis del coronavirus y el aumento del teletrabajo, es importante seguir algunas pautas para hacerlas efectivas.
• Comunicación instantánea, especialmente importante con los clientes, de los cuales tres cuartos esperan una contestación en menos de 5 minutos, según HelpScout. Aquí se incluyen herramientas como aplicaciones de mensajería, redes sociales o chatbots en línea. 
• Herramientas de colaboración y trabajo en equipo, como las pizarras en línea que ponen la información disponible para un grupo de personas previamente definido.
• Software para el almacenamiento y acceso a datos, como herramientas en la nube que permiten el acceso desde cualquier lugar.

¿Por qué es importante la conectividad en una empresa? 

Disponibilidad

Ser capaces de crear una experiencia del cliente adecuada es hoy esencial para garantizar el éxito de un negocio y la conectividad es la forma de lograrlo. Las relaciones entre empresa y clientes deben ser más cercanas que nunca, sobre todo teniendo en cuenta que la competencia está a un solo clic de distancia. 

Por ello, las empresas deben asegurarse de que optimizan todos los canales de comunicación para atender a los clientes donde y cuando lo necesitan. 

Colaboración

Una conectividad adecuada es también el modo de garantizar que los empleados de un negocio pueden comunicarse entre ellos y con sus proveedores, en particular con el auge del teletrabajo. 

A nivel interno, es necesario garantizar el acceso a la información de los empleados. Los programas que trabajan en la nube (ERPs, CRMs, sistemas de almacenamiento…) son imprescindibles hoy en día.

La conectividad fomenta una colaboración eficiente en proyectos, dando alas a la creatividad y potenciando la comunicación interna para mejorar la motivación de los empleados. 

Ventajas de tener una buena conectividad

Productividad

La conectividad implica la posibilidad de una comunicación instantánea y sin fricciones. Esto supone liberar a los equipos humanos de tareas repetitivas y mejorar su productividad, ya que no pierden tiempo en procesos de comunicación y pueden comprender las necesidades de la persona que está al otro lado más rápidamente.

Es posible observar este impulso a la productividad, por ejemplo, a través de las herramientas colaborativas, que permiten que los miembros de un equipo intercambien mensajes de forma instantánea para hacer avanzar un proyecto, en lugar de esperar periodos largos de tiempo entre respuestas.

Optimización de marketing y branding

Ofrecer una atención al cliente instantánea y una comunicación sin fricciones supone una ventaja competitiva para cualquier empresa, que mejora su capacidad de dar respuesta a las necesidades de sus clientes (y, por tanto, su imagen de marca). Esto se traduce a su vez en más oportunidades de venta y en una mejor retención de clientes.