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Las diferencias entre una startup y una pequeña empresa
En los últimos años, las startups han estado en boca de todos. Lo que hoy son empresas conocidas en todo el mundo, como PayPal o Airbnb, empezaron como una startup, convirtiéndose en modelos inspiradores para nuevas generaciones de emprendedores. No obstante, es común reducir la definición de una startup a una empresa de tamaño pequeño que, en un momento dado, logra crecer.
Para aquellos que desean emprender o mejorar su modelo de negocio, es esencial conocer qué diferencia a una startup de una empresa pequeña.
Qué es una startup
El portal económico Forbes contactó con diferentes expertos para definir qué es una startup. Se logró una conclusión general: una startup no tiene que ver con una empresa de un tamaño concreto o una forma determinada de organización, sino con una forma de ver las cosas, una filosofía y un estado mental.
En definitiva, una startup se podría definir como aquella organización capaz de generar “una cultura y mentalidad de innovación a partir de ideas existentes para resolver ‘pain points críticos’”.
Algunas de las características más definitorias de una startup incluyen:
- Es una compañía de nueva creación.
- Se genera con un capital mínimo. Se espera que la idea llame la atención para atraer un mayor capital y comenzar a crecer.
- Tiene amplias posibilidades de desarrollo y propone un modelo de crecimiento escalable.
- Surge alrededor de una idea innovadora que, en la mayoría de casos, está relacionada de un modo u otro con el uso de la tecnología.
- Desaparece la cultura del miedo al cambio. En la startup se impulsa la generación de nuevos procesos, utilizando un enfoque de prueba y error, a través del cual se van seleccionando las mejores ideas.
El objetivo final de cualquier startup es crecer y abandonar esta fase de riesgo, convirtiéndose en una empresa mayor. Es decir: la startup no es más que una fase en el desarrollo de una empresa más grande, que más adelante se transformará y utilizará otros modelos de negocio.
En caso de no lograr esta ampliación, las startups desaparecen. De acuerdo al portal SmallBizTrends, en 2018 se calculó que solo el 56% de las startups llegan a sobrevivir 5 años.
Qué diferencia a una startup de una pyme
Conocer la definición y el modelo de negocio típico de una startup ya da muchas pistas sobre sus diferencias con una pyme tradicional. La comparación implica varios puntos divergentes:
- La startup pone la innovación en su núcleo: ofrece al mercado ideas novedosas para las que aún no existe un modelo de negocio y, en muchos casos, ni siquiera demanda en el mercado presente. Por el contrario, las pymes tratan de crear un negocio a partir de un producto o servicio que el mercado está demandando en este momento.
- La startup nace con la idea de un mercado internacional, además de la capacidad de crear empleo también a nivel internacional. Las pymes, por otro lado, suelen apostar generalmente por un mercado local y a pequeña escala –aunque internet está cambiando este último punto-.
- Respecto a los riesgos, una startup generalmente propone un producto o servicio nuevo para el que no existen referentes. Avanza por lo tanto a través de modelos de prueba y error. La toma de decisiones en las pymes es más tradicional y por lo tanto se toman menores riesgos.
- El modelo de crecimiento también es diferente. Por un lado, la pyme suele experimentar un crecimiento lineal y de acuerdo a la relación directa entre costes e ingresos: cuantos más recursos invierto, más ingresos logro. Mientras que una pyme busca producir beneficios lo ante posible, una startup asume que incurrirá en pérdidas en un primer momento. No obstante, está diseñada para crecer rápidamente. Proponen así un modelo escalable: son capaces de generar ingresos de forma independiente y a un ritmo más rápido que sus costes. De tal modo, logran convertirse en grandes empresas.
- Tasa de supervivencia menor. Una startup apuesta todo de forma ambiciosa. Por este motivo, suelen ser liquidadas si no logran los objetivos previstos de forma rápida. Las pymes, por el contrario, forman parte de un modelo algo más conservador: se tiene una visión de crecimiento más gradual, de modo que no puede considerarse que hayan fracasado de forma tan veloz.
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