Averiguar cuánto va a costar una nueva página web puede parecer todo un desafío. Cada proyecto es único, así que la pregunta ‘¿Cuánto costará mi web?’ no siempre tiene la misma respuesta. A la hora de calcular la cotización de una página web debemos tener en cuenta las necesidades del site que queremos construir, ya que de ellas dependerá el precio final.
No es lo mismo un e-commerce, que deberá soportar una pasarela de pago, a una web corporativa que no implique una venta directa. Del mismo modo, la arquitectura de la página, los dominios y subdominios que se precisen, la cantidad de material gráfico que debe soportar o la adaptabilidad a diferentes dispositivos serán lo que determine el presupuesto en gran medida.
¿Cuánto puede costar una página web?
El precio de una página web puede variar considerablemente según el tipo de proyecto y las necesidades específicas del cliente. Una web básica para un negocio local puede oscilar entre los 500 y 1.500 euros, mientras que una tienda online más completa puede situarse entre los 2.000 y 10.000 euros, dependiendo de la complejidad.
En el caso de proyectos a medida, con integraciones avanzadas o funcionalidades específicas, la inversión puede superar fácilmente los 15.000 euros. Por ello, antes de solicitar presupuesto es fundamental definir con claridad los objetivos y funcionalidades de la web.
¿De qué depende el precio de una web?
- Elementos del diseño web: hay muchos elementos del diseño que pueden encarecer la página. Por ejemplo, iconos y banners personalizados, integrar las redes sociales o el uso de determinados plugins encarecerá el presupuesto final.
- Hosting: una de las primeras cosas a valorar a la hora de crear una nueva página web es el tipo de hosting que queremos contratar. Podemos encontrarlo desde por un par de euros al mes hasta varios cientos, dependiendo de si es compartido o privado, el número de dominios y subdominios, su capacidad de almacenamiento o su fiabilidad.
- Dominio: su precio dependerá del nombre del dominio elegido y de si se está interesado en comprar un dominio web de los más comunes y/o solicitados (como .com, .es o .org) o se prefiere optar por otros menos habituales (como .eu, .mobi o .net), más baratos pero que son más difíciles de recordar por los clientes.
- Contenidos: Los creación de los textos de presentación, textos SEO y otros contenidos de la web también supone un coste añadido, si se opta por la contratación de su producción.
- Mantenimiento y actualización: A la hora de aceptar un presupuesto debemos tener en cuenta si nos ofrecen servicios de mantenimiento o actualización periódicos, para así poder efectuar cambios de puntuales en el diseño de la web o solucionar los problemas que puedan surgir.
- Otros extras: otros elementos, como la opción de una web multilingüe o la implementación de ciertas plataformas de pago también conllevan un desembolso de dinero extra.
Pasos para crear una web
Crear una página web requiere planificación y organización para que sea efectiva y profesional. Los pasos principales son:
- Definir objetivos y público: Establecer qué se quiere lograr con la web (ventas, visibilidad, información) y a quién va dirigida.
- Elegir el dominio y hosting: Registrar un nombre de dominio fácil de recordar y contratar un servicio de alojamiento fiable.
- Diseñar la estructura: Planificar el menú, secciones y la jerarquía de contenidos.
- Seleccionar la plataforma: Elegir un CMS (como WordPress, Joomla o Shopify) o desarrollo a medida.
- Diseñar y desarrollar la web: Crear un diseño atractivo, responsive y adaptado a la identidad de la marca.
- Optimizar para SEO y velocidad: Incluir palabras clave, metaetiquetas y asegurarse de que cargue rápido.
- Publicar y promocionar: Una vez lista, lanzar la web y darla a conocer en redes sociales, buscadores y otros canales.
- Mantener y actualizar: Revisar contenidos, seguridad y funcionalidades de forma continua.
El trabajo y la dedicación de los profesionales que creen la web también se reflejarán en la cotización final. Muchos aficionados ofrecen presupuestos para crear una web de forma rápida y barata, pero eso repercutirá en la calidad final del proyecto y, si resulta una web incómoda y fea, los usuarios la abandonarán en busca de una experiencia más agradable, con lo que el esfuerzo no habrá servido de nada.
Por eso, una buena opción es contratar un equipo multidisciplinar que asegure una web que cumpla con los parámetros de calidad en todos los aspectos: desde el posicionamiento a la usabilidad, pasando por la dimensión estética de la página.
