¿Qué es el contrato indefinido ordinario?

El contrato indefinido ordinario es aquel en el que se establece una relación laboral del empleado con la empresa donde no se pacta un tiempo determinado de duración. Es decir, a priori, se tiene intención de que el trabajador pase a formar parte de la plantilla mientras la empresa tenga actividad. Esta forma de contrato ha sido modificada en la última reforma laboral, pero mantiene tanto su definición como los usos en los que se recomienda y a los que obliga la ley.

Las empresas deben utilizar el contrato indefinido ordinario siempre que la relación laboral que se vaya a establecer no pueda englobarse en un contrato de fomento del empleo ni en un contrato de duración determinada ni en un contrato formativo. Es decir, si la empresa quiere contratar a un trabajador para una actividad que realiza de forma fija y que forma parte de su estructura habitual, y este trabajador no puede englobarse dentro de alguno de los colectivos que permiten las otras dos opciones, el contrato deberá ser obligatoriamente de esta clase.

Este contrato ha ganado protagonismo tras la entrada en vigor de la Reforma Laboral de 2021, que limitó el uso de contratos temporales e impulsó la contratación indefinida como norma general. Con las actualizaciones recientes, es fundamental comprender en qué casos debe utilizarse, sus beneficios y obligaciones.

Tipos de contrato indefinido ordinario

El contrato indefinido puede formalizarse bajo diferentes modalidades, según la jornada y la naturaleza de la actividad:

    • Contrato indefinido a jornada completa: Se establece para un puesto estructural con una jornada laboral completa, según lo establecido por el convenio colectivo aplicable o el Estatuto de los Trabajadores.
    • Contrato indefinido a tiempo parcial: Tiene las mismas condiciones que el anterior, pero con una jornada reducida. Las horas pueden distribuirse según acuerdo entre empresa y trabajador, siempre dentro del marco legal.
    • Contrato fijo-discontinuo: Esta modalidad también es indefinida, pero se aplica a actividades de naturaleza estacional, cíclica o vinculada a campañas concretas. Es común en sectores como la agricultura, la hostelería o la educación no reglada. La reforma laboral amplió su uso y lo consolidó como el contrato adecuado para necesidades laborales recurrentes pero no constantes en el tiempo.

Ventajas del contrato indefinido

Este tipo de contrato ofrece seguridad tanto al trabajador como a la empresa. Para la empresa, supone ventajas como:

  • Reducción de la rotación laboral, lo que mejora la productividad y retiene el talento.
  • Incentivos y bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social para determinados colectivos o zonas geográficas, tanto a nivel estatal como autonómico o local.
  • Mejora de la imagen corporativa y reputación ante clientes, proveedores e instituciones.

Para el trabajador, garantiza mayor estabilidad y acceso a prestaciones contributivas más completas, como el desempleo, así como a indemnizaciones en caso de despido.

¿Cuándo se debe utilizar el contrato indefinido ordinario?

La empresa está obligada a utilizar el contrato indefinido ordinario cuando la actividad del trabajador no encaje dentro de las situaciones específicas permitidas para contratos temporales, de formación o de sustitución. Es decir, si se va a contratar a una persona para realizar funciones que son permanentes o estructurales dentro de la organización, el contrato indefinido es la única modalidad legalmente válida.

No utilizarlo en los casos exigidos puede conllevar consecuencias legales, como la conversión automática del contrato en indefinido y sanciones por parte de la Inspección de Trabajo.

Indemnización por despido en el contrato indefinido

Contrario a lo que indica información desactualizada, la indemnización por despido improcedente ya no es de 45 días por año trabajado, sino de 33 días por año con un tope de 24 mensualidades. Esta medida fue establecida con la reforma laboral de 2012 y se mantiene vigente en 2025.

Si el despido es objetivo y justificado (por causas económicas, organizativas o de producción), la indemnización es de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.

Obligaciones del contrato indefinido

Desde la reforma laboral, todos los contratos deben formalizarse por escrito, incluidos los indefinidos ordinarios. El contrato debe detallar los derechos y deberes de ambas partes, la jornada laboral, el salario y demás condiciones pactadas. Las condiciones específicas pueden estar reguladas por el convenio colectivo del sector.

Es importante que la empresa gestione adecuadamente estos contratos, ya que no formalizar un contrato o hacerlo de forma incorrecta puede dar lugar a sanciones importantes y a la conversión automática del vínculo en contrato indefinido.

El contrato indefinido ordinario es la forma principal de contratación en España tras la última reforma laboral. Su uso es obligatorio en la mayoría de las relaciones laborales estructurales y proporciona seguridad jurídica, tanto a empleadores como a trabajadores. Con la normativa actual, es más importante que nunca que las empresas conozcan bien cuándo y cómo deben utilizar esta modalidad contractual para evitar sanciones y fomentar relaciones laborales estables y sostenibles.