Ser el dueño de un negocio implica conocer al detalle los beneficios que generas, los gastos a los que te enfrentas y la capacidad de maniobra entre medias por si necesitas invertir en formación, equipamiento, personal o hacer frente a un gasto inesperado. A veces, estás tan centrado en salir a flote que, en ocasiones, puedes llegar a funcionar por aproximaciones, es decir, por cálculos rápidos y de cabeza de lo que se supone que tienes y de lo que puedes gastar.
Por supuesto, habrá a quien le funcione, pero estarás de acuerdo en que ese hábito es chapucero y, en algún momento, llevará tu negocio a una situación crítica. Para evitarlo y, además, poder mejorar tu organización, te aconsejamos que te familiarices con el concepto ratio de liquidez y cómo calcularlo.
¿Qué es el ratio de liquidez?
El ratio de liquidez es un indicador que mide la capacidad de una empresa para hacer frente a sus deudas y obligaciones a corto plazo utilizando sus activos más líquidos, es decir, aquellos que pueden convertirse fácilmente en efectivo. Este ratio proporciona una visión clara de la solvencia a corto plazo y permite identificar si la empresa puede cumplir con sus compromisos sin recurrir a financiamiento adicional.
Ratio de liquidez, ¿por qué es importante?
Independientemente de lo mucho que te guste tu trabajo y de lo bien situado que estés en tu nicho de mercado, el objetivo primero de cualquier negocio es hacer dinero. Para ello, lo más recomendable es que exista un equilibrio entre lo que ingresas y lo que gastas. Esta es una afirmación teórica, ya que, en la práctica, esa igualdad se hace complicada cuando los plazos para cobrar por tus servicios se alargan hasta los 90 días (aunque, por ley, no deberían superar los 60), pero suele coincidir que tú debes pagar al momento.
Las entidades bancarias y la mayoría de los negocios son conscientes de cómo funciona ahora mismo el sistema de cobros, pero eso no te exime de llevar un registro fidedigno, más o menos diario, del dinero que percibes y del que te desprendes. Para ello, no existe nada mejor como el ratio de liquidez. Se trata de un concepto que te sirve para conocer si tu PYME es capaz de generar tesorería, es decir, transformar tus activos en liquidez a través de su ciclo de explotación o, lo que es lo mismo, el ratio de liquidez te informa sobre la capacidad que tienes para hacer frente a tus obligaciones económicas.
Como su propio nombre indica, ratio de liquidez implica analizar la liquidez de tu negocio, algo que te obliga a realizar los siguientes estudios:
- Capacidad de generar liquidez y cuánta de ella siempre es beneficio, es decir, deberás detectar a cuánto asciende el dinero que ganas y no gastas.
- Evaluación de la tesorería generada en un ejercicio económico y el origen de la misma. Básicamente, lo mismo que el punto anterior solo que con la vista puesta en el funcionamiento anual y en las fuentes de tu liquidez.
- Estudio de la capacidad de tu negocio para saldar las deudas a corto plazo con la tesorería de la que dispones, es decir, analizar tu solvencia a muy corto plazo mediante el índice de solvencia inmediata (relación que compara la suma del Activo Disponible de las cuentas por cobrar y de los valores mobiliarios [acciones, bonos...] de pronta realización, con el importe total del Pasivo circulante, para conocer la proporción en que este último resulta cubierto con el Activo)
- Análisis de tu gestión de la tesorería. Para ello, deberás examinar cuánto dinero necesitas para afrontar los pagos fijos o los que puedan venir, además de si realizas operaciones para obtener las máximas rentabilidad cuando inviertes.
Tipos de ratios de liquidez
Existen diferentes formas de calcular la liquidez de una empresa, cada una con un enfoque específico. Los más utilizados son:
1. Ratio de liquidez corriente
También conocido como current ratio, mide la relación entre los activos corrientes y los pasivos corrientes. Su fórmula es:
Ratio de liquidez corriente=Activos corrientes-Pasivos corrientes
- Activos corrientes: Son aquellos que se espera convertir en efectivo en menos de un año, como efectivo, cuentas por cobrar e inventarios.
- Pasivos corrientes: Son deudas u obligaciones que deben pagarse en el mismo período, como proveedores, préstamos a corto plazo y obligaciones fiscales.
Interpretación:
- Ratio > 1: La empresa puede cubrir sus deudas a corto plazo con sus activos corrientes.
- Ratio = 1: La empresa tiene exactamente lo necesario para cumplir sus obligaciones.
- Ratio < 1: La empresa podría tener dificultades para pagar sus deudas a corto plazo.
2. Ratio de prueba ácida o liquidez inmediata
También llamado quick ratio, es más conservador que el ratio corriente, ya que excluye los inventarios, considerando solo los activos más líquidos, como efectivo y cuentas por cobrar. Su fórmula es:
Ratio de Prueba Ácida=Activos correintes - InventariosPasivos corrientes
Este ratio es útil para empresas cuyos inventarios no se pueden convertir rápidamente en efectivo o que operan en sectores con ciclos de venta largos.
Interpretación:
- Ratio ≥ 1: Buen nivel de liquidez inmediata.
- Ratio < 1: Puede indicar que la empresa no tiene activos líquidos suficientes para cubrir sus deudas inmediatas.
3. Capital de trabajo neto
Aunque no es un ratio propiamente dicho, el capital de trabajo neto también indica la liquidez de la empresa:
Capital de trabajo neto=Activos corrientes−Pasivos
Si el capital de trabajo es positivo, la empresa tiene recursos suficientes para cubrir sus deudas a corto plazo y financiar operaciones. Si es negativo, la empresa podría enfrentar problemas de liquidez.
Cómo calcular el ratio de liquidez de tu negocio
Una vez que has realizado los estudios mencionados en el apartado anterior, llega el momento de calcular el ratio de liquidez de tu negocio. La operación es muy sencilla. De hecho, se trata de dividir el Activo Corriente (tus derechos de cobro a corto plazo, existencias y tesorería) entre el Pasivo Corriente (tus obligaciones y compromisos de pago en el corto plazo). El resultado suele estar en torno al número uno y estas son las formas de interpretarlo:
- Superior a uno. Implica que el Activo Circulante es superior al Pasivo. Aunque es, sin duda, un indicador de buena salud, si tu ratio de liquidez está muy por encima del uno, significa que no estás explotando tus recursos activos, por lo que, a la larga, estás perdiendo la rentabilidad que podrían proporcionarte o, lo que es lo mismo, oportunidades para expandir tu negocio.
- Inferior a uno. Significa que tienes problemas de liquidez, por lo que sufrirás para hacer frente a tus pagos en el corto plazo. Para solucionarlo, es recomendable acudir a las diferentes vías de financiación disponibles para PYMES y autónomos.
Factores que pueden afectar el ratio de liquidez
Varios factores internos y externos pueden influir en la liquidez de una empresa:
- Ciclo de cobro y pago: Plazos largos de cobro o pagos inmediatos a proveedores afectan el ratio.
- Inventarios: Altos niveles de inventario pueden inflar el ratio corriente, pero no mejorar la liquidez inmediata.
- Crecimiento rápido: La expansión acelerada puede aumentar los pasivos corrientes, afectando el ratio.
- Sector económico: La liquidez ideal varía según el tipo de industria y sus características financieras.
Estrategias para mejorar el ratio de liquidez
Si los cálculos muestran que la empresa tiene un ratio de liquidez bajo, existen varias acciones que se pueden tomar:
- Optimizar la gestión de cobros y pagos: Reducir los plazos de cobro y negociar plazos más largos con proveedores.
- Incrementar activos líquidos: Mantener suficiente efectivo o invertir en instrumentos fácilmente convertibles en efectivo.
- Reducir pasivos corrientes: Cancelar deudas a corto plazo o refinanciar préstamos.
- Revisar inventarios: Evitar exceso de stock que inmovilice capital sin mejorar la liquidez.
