No es ningún secreto que la gestión de stock resulta un componente particularmente complejo dentro de la cadena de suministro. 

La razón principal es que todo lo relacionado con el inventario depende de una gran cantidad de variables, muchas de las cuales no dependen directamente del negocio. En un contexto social, tecnológico, económico y político altamente volátil, esto es especialmente cierto, estando las grandes disrupciones en la cadena de suministro a la orden del día.

A esto se le une las expectativas de los clientes sobre los envíos que, cada vez más, buscan rapidez y solución de incidencias en el menor tiempo posible.

Los ingresos del comercio electrónico siguen creciendo y alcanzan nuevos récords cada año: en 2023 llegaron a los 5,8 billones de dólares estadounidenses, un aumento de más de 400.000 millones en comparación con el año anterior.

No obstante, la realidad es que crear un negocio de venta online exitoso implica, necesariamente, poner en marcha una gestión de stock adecuada. Por ello, compartimos algunas de las claves para sentar las bases de una gestión de stock e inventarios optimizada. 

¿Qué es la gestión de stock? 

La gestión de stock incluye todos los procesos que permiten a las organizaciones administrar de forma correcta los bienes con que cuenta para su venta Se incluyen aquí:

  • Adquisición de bienes en base a la previsión de demanda
  • Almacenamiento y organización, con el objetivo de minimizar los costes o el potencial deterioro de los productos
  • Seguimiento en el inventario mediante el registro de entradas y salidas

El objetivo de la gestión de stock es, por tanto, garantizar que la organización cuenta con la cantidad adecuada de cada producto. Este es un concepto que implica lograr un equilibrio entre poder responder a la demanda de los clientes y, por otro lado, minimizar los costes de almacenamiento y garantizar el flujo de efectivo.

Factores que intervienen en la gestión de stock

La gestión de stock no depende únicamente de registrar entradas y salidas de productos, sino que está condicionada por múltiples factores internos y externos que afectan directamente a la disponibilidad y los costes. Algunos de los más relevantes son:

  • Demanda del mercado: la previsión de ventas es el punto de partida para planificar inventarios. Una estimación incorrecta puede derivar en sobrestock o roturas de stock.
  • Plazos de entrega de proveedores: la rapidez y fiabilidad de los proveedores condiciona la necesidad de mantener mayor o menor nivel de stock de seguridad.
  • Estacionalidad y tendencias: en sectores como moda, alimentación o tecnología, los picos de demanda son clave para ajustar el inventario.
  • Capacidad de almacenamiento: los costes de alquiler, mantenimiento y espacio disponible influyen en las decisiones de compra y reposición.
  • Tecnología y sistemas de control: el uso de software especializado de gestión de inventarios aporta trazabilidad en tiempo real, minimizando errores humanos.
  • Costes asociados: desde el coste de oportunidad por capital inmovilizado hasta el coste de almacenaje y transporte, todos impactan en la rentabilidad.

Políticas de la empresa: estrategias como ofrecer envíos rápidos o devoluciones gratuitas requieren una gestión de stock más ágil y flexible.

Diferencias entre control de stock, gestión de stock y optimización de stock 

  • El control de stock se centra en tener visibilidad sobre las existencias disponibles en el almacén. Por tanto, se basa en otorgar información a las empresas, es decir, en ser un registro fiel al inventario. Para ello, pueden activarse políticas como el rastreo de productos o la identificación y corrección de discrepancias en inventario, entre otras acciones.
  • La gestión de stock se ocupa de organizar el inventario de modo que encuentre el equilibrio entre demanda y reducción de costes. Por ello, implica activar una serie de acciones destinadas a mejorar la trazabilidad, a hacer pedidos para reposiciones, o poner en marcha sistemas para asignar ubicaciones, entre otros. 
  • La optimización de stock abarca las tareas orientadas específicamente a perfeccionar el modo en que los bienes se almacenan para evitar ineficiencias. Se engloban aquí estrategias de rotación de inventarios y métodos para almacenamiento óptimo, entre otras.

Importancia de la gestión del stock 

  • Escudo de prevención frente a disrupciones. Otorga flexibilidad para gestionar el inventario ante situaciones inesperadas, e inteligencia de negocio para prever potenciales disrupciones. 
  • Prepara a las empresas ante picos de demanda, volviéndolas más ágiles en los procesos logísticos.
  • Sienta las bases para una atención al cliente más ágil y resolutiva, de modo que es también una estrategia para mejorar la experiencia del cliente.
  • Permite minimizar pérdidas de producto y desperdicio.
  • Proporciona información para diseñar protocolos de almacenamiento más rentables. 

Mejores métodos de gestión de stock o inventarios

1. Justo a Tiempo (Just-in-Time o JIT)

Busca reducir el inventario al mínimo, de modo que la empresa solo almacena productos cuando son necesarios para la producción o la venta.

2. Método ABC

Consiste en dividir el inventario en tres categorías.

  • A: artículos de alto valor, pero que se almacenan en baja cantidad.
  • B: bienes de valor moderado y también disponibles en una cantidad moderada.
  • C: artículos de bajo valor pero de los que se almacena una alta cantidad.

Después, a cada categoría se le adscribe una estrategia distinta. Por ejemplo, a la categoría A pueden aplicarse protocolos de gestión que prioricen recursos, mientras que la categoría C puede recibir menos recursos para la gestión.

3. Análisis de la demanda

Este enfoque busca prever la demanda de bienes y, en consecuencia, planificar los inventarios. Para ello, se basa en datos históricos y pero también en tecnologías de análisis predictivo.

4. Software de gestión de inventarios

Se emplean herramientas avanzadas para automatizar tareas de gestión de inventario, además de acceder a tecnologías capaces de aportar datos en tiempo real e informes para mejorar procesos. 

5. Método FIFO (First In, First Out)

El método FIFO (primero en entrar, primero en salir) se basa en dar salida a los productos en el mismo orden en que fueron almacenados.

6. Método LIFO (Last In, First Out)

El método LIFO (último en entrar, primero en salir) se centra en dar salida primero a los artículos más recientes.

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