La accesibilidad web viene a ocuparse de un asunto crucial para garantizar que internet avanza para ser un espacio igualitario.

La OMS calcula que 1300 millones de personas (en otras palabras, 1 de cada 6 personas en el mundo) tiene algún tipo de discapacidad importante. Unas cifras que hablan de la necesidad de que la accesibilidad web se ponga en el centro a la hora de diseñar sitios o de optimizarlos.

La accesibilidad web es un paso imprescindible para garantizar que todas las personas puedan acceder a la información disponible en internet, y también a los servicios online. Así, supone un compromiso ético con la igualdad y la inclusión. Pero estos no son los únicos motivos para poner en marcha políticas de accesibilidad web. Por ejemplo, es también una estrategia clave para mejorar la experiencia de usuario, además de ampliar la audiencia potencial del sitio web.

Por ello, analizamos qué es la accesibilidad web y algunas de las principales pautas para conseguirla.

¿Qué es la accesibilidad web? 

La accesibilidad web es la cualidad de un sitio web que permite que cualquier persona, independientemente de sus capacidades, sea capaz de acceder a la información que contiene, utilizarla y contribuir a ella, en caso de que aplique.

Para ello, el diseño web y su desarrollo deben tener en cuenta los posibles obstáculos que el sitio web suponga para personas con dificultades o discapacidad en áreas como la auditiva, visual, cognitiva, neurológica, física o dificultades que afectan al habla.

El ejemplo del CAPTCHA puede ser útil para entender algunos de los obstáculos más comunes que pueden aparecer en el contexto de la accesibilidad web. Este test, diseñado para distinguir entre humanos y máquinas, a menudo excluye a personas con discapacidades.

Por ejemplo, un CAPTCHA que requiere identificar imágenes distorsionadas o texto ilegible resulta prácticamente imposible de resolver para personas con discapacidad visual, incluso con la ayuda de lectores de pantalla. Entre otros factores, también pueden ser un obstáculo para las personas con dislexia, discalculia u otras dificultades de aprendizaje.

La accesibilidad web sigue estando lejos aún de ser una realidad generalizada: según un informe elaborado por WebAIM, un 95.9% de los sitios web (entre el millón de páginas web más visitadas a nivel global) presentan algún problema de accesibilidad de acuerdo al estándar WCAG, con una media de 56.8 errores por página.

Beneficios de la accesibilidad web

La accesibilidad web ofrece múltiples beneficios que van mucho más allá de garantizar el acceso a personas con discapacidad. Un sitio accesible se traduce en una mejor experiencia de usuario para todos, ya que la información se presenta de manera clara, estructurada y fácil de navegar. Esto beneficia tanto a personas con limitaciones permanentes (visuales, auditivas, motoras o cognitivas) como a quienes pueden enfrentarse a barreras temporales, como un entorno ruidoso, una mala conexión a internet o el uso de dispositivos móviles.

Desde el punto de vista empresarial, la accesibilidad web permite ampliar la audiencia y alcanzar nuevos clientes potenciales. Al eliminar barreras digitales, una empresa consigue que más personas puedan interactuar con su sitio y acceder a sus productos o servicios, lo que se traduce en mayores oportunidades de negocio.

Otro beneficio clave es el impacto positivo en el posicionamiento SEO. Muchas de las prácticas de accesibilidad —como el uso de etiquetas alt en imágenes, una correcta jerarquía de encabezados o una navegación coherente— coinciden con los criterios que Google y otros buscadores valoran a la hora de indexar y posicionar páginas web. Por ello, invertir en accesibilidad también significa ganar visibilidad en los motores de búsqueda.

La accesibilidad web también contribuye a reforzar la reputación corporativa. Las marcas que apuestan por la inclusión y la igualdad de oportunidades transmiten confianza, credibilidad y responsabilidad social, valores muy apreciados por consumidores, socios y organismos públicos. Esto no solo genera lealtad entre los clientes, sino que también puede abrir puertas a colaboraciones o licitaciones donde la accesibilidad digital sea un requisito.

Por último, garantizar la accesibilidad ayuda a cumplir con normativas y legislaciones vigentes en materia de inclusión digital. En muchos países, como España, la accesibilidad es un deber legal para organismos públicos y empresas que prestan servicios de interés general. Cumplir con estas regulaciones no solo evita sanciones, sino que posiciona a la empresa como referente en innovación y buenas prácticas.

Cuáles son los principales estándares de accesibilidad web 

1. WCAG (Web Content Accessibility Guidelines)

Este estándar, que puede traducirse como pautas de accesibilidad para el contenido Web (WCAG), supone la norma más utilizada y reconocida a nivel internacional. Desarrollado por el W3C (World Wide Web Consortium), se trata de un conjunto de criterios técnicos que tiene como objetivo que el contenido web sea más accesible a personas con discapacidad.

Para ello, define tres niveles de conformidad y, por tanto, tres niveles de accesibilidad web: 

  • Nivel A: requisitos básicos para la accesibilidad.
  • Nivel AA: requisitos algo más estrictos, cubren la mayoría de las situaciones de discapacidad.
  • Nivel AAA: el nivel más alto de conformidad, con el que se alinea el estándar UNE-EN 301549 

2. Otros estándares relativos a la accesibilidad web

  • ATAG (Authoring Tool Accessibility Guidelines): orientadas a las herramientas de creación de contenido con el objetivo de garantizar que se produzca contenido accesible.
  • ARIA (Accessible Rich Internet Applications): busca mejorar la accesibilidad de las aplicaciones web complejas.

Por qué es importante tener una web accesible 

Internet se ha convertido en una fuente de recursos para multitud de áreas: desde servicios públicos, médicos o bancarios a la búsqueda de empleo, oportunidades formativas o comercio. En este sentido, la accesibilidad web resulta crucial para avanzar hacia un mundo más igualitario, en el que todas las personas tengan igualdad de oportunidades. 

Siendo este un motivo ya importantísimo para tener en cuenta la accesibilidad web, existen también otras a tener en cuenta. Trabajar los aspectos recogidos por estándares como WCAG supone también avanzar para mejorar la experiencia de todos los usuarios y todo tipo de dispositivos. Esto incluye personas que puedan tener destrezas digitales más limitadas.

Más allá de estos motivos, la accesibilidad web es también materia de la legislación. Así, el  Real Decreto 1112/2018 establece los requisitos de accesibilidad según el estándar UNE-EN 301549 para los sitios online vinculados a las administraciones públicas, además de empresas privadas que reciben financiación pública.

Para algunas entidades, el principal motivo para contar con páginas web accesibles es el cumplimiento de la ley. Así, la accesibilidad no es una opción, sino una obligación para:  

  • Los sitios web y aplicaciones de la Administración Pública.
  • Los sitios web y aplicaciones de las empresas y entidades que gestionan servicios públicos.
  • Los sitios web y aplicaciones de empresas que reciben financiación pública.
  • Los sitios web y aplicaciones de empresas privadas con más de 100 empleados y de especial trascendencia económica, como los bancos, las aseguradoras, las empresas de transporte, las agencias de viajes, las suministradoras de electricidad, gas y agua, las grandes superficies o las empresas de telecomunicaciones.
  • Las universidades públicas y privadas.

Finalmente, la Ley 11/2023 se alza como la ley de referencia más reciente en cuanto a accesibilidad web a la hora de publicar este artículo. Trasposición de la legislación europea al respecto, incluye un listado de los dispositivos y servicios web que quedan obligados a incorporar criterios de accesibilidad web.

Cómo comprobar la accesibilidad web de mi página

Además de los estándares que hemos mencionado, existen también herramientas orientadas a realizar un test de accesibilidad web. Se incluyen aquí las extensiones WAVE y aXe o la plataforma SiteImprove.

Más allá de estas herramientas, estándares avanzados como WCAG recomiendan que, en última instancia, es precisa la intervención humana de equipos de expertos para garantizar la accesibilidad web.

Algunas de las claves de accesibilidad incluyen los siguientes conceptos:

  • La web es operable mediante el teclado y sin necesidad de utilizar un ratón.
  • Las animaciones y otros sistemas empleados en el sitio web proporcionan el suficiente tiempo como para leer y comprender los contenidos.
  • Imágenes, textos y otros elementos están bien definidos y cuentan con tamaños adecuados para ser percibidos.
  • El sitio web es compatible con todo tipo de dispositivos (tablet, ordenador, móvil…) y navegadores.
  • Se emplean etiquetas semánticas.
  • Existe un buen contraste de los colores.
  • Se añade un texto alternativo a las imágenes que aportan información.
  • Se incluyen subtítulos en los vídeos o se generan transcripciones.

En Beedigital, ofrecemos soluciones de diseño web para pymes y autónomos adaptadas a sus necesidades, incluyendo el desarrollo de páginas que pongan la accesibilidad web en el centro. ¡Descúbrelas!