La identidad visual corporativa es clave en un contexto de creciente competencia por la atención de los clientes. Cuidar los diferentes tipos de identidad visual facilita que los potenciales clientes de un negocio lo reconozcan y recuerden, abriendo la puerta a generar una relación que culmine en compra.
A sabiendas de esta importancia, desde Beedigital hemos creado una breve guía en la que analizamos las claves sobre la identidad visual de una marca: qué es, qué elementos la componen y unas pautas para aplicarla a Instagram.
1. ¿Qué es la identidad visual?
La identidad visual es el conjunto de elementos visuales (logotipos, tipografías, colores corporativos…) que sirven para representar a una marca y diferenciarla del resto.
Gracias a la identidad visual, es posible que los potenciales clientes identifiquen comunicaciones, productos o servicios como pertenecientes a una marca.
El concepto de identidad visual corporativa se basa en la capacidad de crear una presentación visual no solo atractiva, sino también coherente. Es más, la consistencia en la identidad visual puede traducirse en un aumento de ingresos de hasta el 33%, según LucidPress.
Para lograr esta consistencia, el desarrollo de la identidad visual a menudo se traduce en la creación de guías de estilo o de briefings de marca. Se trata de documentos que, utilizados de forma interna o compartidos con colaboradores externos, marcan las pautas para seguir una línea coherente en la identidad visual, entre otros aspectos de la imagen de marca.
2. Elementos que componen la identidad visual
Logo
El símbolo que identifica a una marca supone el primer paso en su identidad visual, ya que a partir de él se determinan otros elementos como los colores corporativos o las tipografías elegidas.
Hay diferentes tipos de logos:
- Logotipo. Aunque en ocasiones se utiliza esta palabra para referirse a un símbolo que representa a una marca, estrictamente hablando un logotipo es la representación gráfica de las letras o tipografías que componen el nombre principal de la marca. Un ejemplo de logotipo que todos tenemos en mente es el de Google.
- Isologo: Entrelaza de manera indivisible el texto y un símbolo gráfico. Por ejemplo, los de Beedigital o Burger King.
- Imagotipo: Consiste en símbolos y palabras sin agrupar, que se pueden usar juntos o por separado. Por ejemplo, el símbolo de Chanel con las dos “c” entrelazadas, que en ocasiones va acompañado por una parte textual.
- Isotipo: Se trata de usar únicamente un símbolo gráfico, por ejemplo, el de Nike.
Muchas marcas recogen en su manual de identidad visual varias de estas cuatro variantes. Por ejemplo, Twitter tiene un logotipo (el nombre de marca, con determinada tipografía), un imagotipo (la palabra Twitter acompañada del símbolo del pájaro) y un isotipo (es decir, únicamente el pájaro).
Tipografías
Se trata del estilo y forma elegido para el texto de una marca. No se suele utilizar la tipografía del logotipo para el resto de textos, ya que puede ser poco legible. Normalmente, se elige otra tipografía para los titulares y para los cuerpos del texto.
Paleta de color
Es uno de los elementos clave, por la capacidad del color de apelar a las emociones. Es más, utilizar un color corporativo puede mejorar el reconocimiento de marca en un 80%, según cifras de Reboot. Se recomienda tener en cuenta aspectos sobre la psicología del color y no elegir una paleta con más de tres colores corporativos.
Extensiones visuales
Las extensiones visuales son elementos gráficos adicionales que también sirven para reconocer una marca, como el uso de iconos, patrones, y otros.
Tratamiento fotográfico y de ilustración
El uso de filtros, composiciones o encuadres específicos en fotografía también suponen marcadores importantes en la identidad visual de una marca.
Tono de voz o personalidad de la marca
Se trata de dar voz a un negocio y decidir cómo va a emplear el lenguaje para construir una identidad. Aunque la construcción del tono de voz forma más parte de la identidad verbal que de la identidad visual de una marca, sí que hay algunos elementos que pueden apelar a esta última, como el uso de emoticonos, el uso de los signos de puntuación o incluso de las mayúsculas.
3. ¿Por qué es importante la identidad visual para una marca?
La identidad visual de una marca es mucho más que un logotipo o una paleta de colores: es el conjunto de elementos gráficos que transmiten su personalidad, valores y propuesta de valor al público. Su importancia radica en varios aspectos clave:
- Reconocimiento inmediato: una identidad visual coherente facilita que los consumidores identifiquen a la marca rápidamente entre la competencia.
- Generación de confianza: la consistencia en los elementos visuales transmite profesionalidad y solidez, lo que ayuda a crear credibilidad en el mercado.
- Diferenciación: en sectores altamente competitivos, la identidad visual permite destacar frente a otras empresas con propuestas similares.
- Conexión emocional: los colores, tipografías y estilos gráficos evocan emociones y ayudan a construir una relación más cercana con los clientes.
Refuerzo de la estrategia de marketing: todos los canales —desde la web hasta las redes sociales— deben reflejar la misma identidad visual para potenciar el mensaje de la marca.
4. Cómo diferenciar entre imagen corporativa e identidad visual
Imagen corporativa e identidad visual están relacionadas pero apuntan a conceptos diferentes.
Por un lado, la identidad visual es una disciplina concreta orientada a representar una marca mediante elementos visuales o gráficos.
A diferencia de esto, la imagen corporativa es un concepto más amplio que incluye la identidad visual y otros elementos no gráficos (por ejemplo, la declaración de objetivos, las guías textuales o los valores de marca, entre otros).
5. Cómo construir de identidad visual de tu marca
Para crear una identidad visual de marca sólida y coherente es necesario trabajar cada elemento gráfico de manera estratégica, asegurando que refleje la esencia, valores y personalidad de la empresa. Estos son los pasos fundamentales:
- Definir la personalidad y valores de la marca
Antes de diseñar, es clave tener claro qué representa la marca: su misión, visión, valores y el público al que se dirige. Esta base orientará todo el diseño visual. - Diseñar un logotipo representativo
El logotipo es la pieza central de la identidad visual. Debe ser sencillo, versátil y reconocible en cualquier formato: web, redes sociales, packaging o material corporativo. - Elegir una paleta de colores estratégica
Los colores transmiten emociones y deben alinearse con la personalidad de la marca. Por ejemplo, el azul suele asociarse a confianza y profesionalidad, mientras que el verde remite a sostenibilidad y naturaleza. - Seleccionar tipografías adecuadas
Las fuentes tipográficas también comunican estilo y tono. Se recomienda escoger un par de tipografías principales (para títulos y textos) y mantenerlas en todos los soportes. - Definir un estilo visual coherente
Incluye iconografía, ilustraciones, estilo fotográfico y otros recursos gráficos que refuercen la identidad. La clave es la consistencia para generar reconocimiento. - Elaborar un manual de identidad visual
Este documento reúne las normas de uso de todos los elementos visuales (colores, logotipos, tamaños, márgenes, tipografías, etc.) para asegurar la coherencia en cualquier canal y campaña.
Aplicar la identidad visual de forma constante
La identidad debe reflejarse en todos los puntos de contacto con el cliente: página web, redes sociales, publicidad, emails, materiales impresos, oficinas físicas y uniformes, si aplica.
