En un mundo donde la tecnología está permitiendo cada vez procesos más eficaces y sencillos, los pagos contactless han llegado para quedarse. Este tipo de transacción ofrece múltiples ventajas para empresas y consumidores y acerca la posibilidad de que, en un futuro, monedas y billetes queden obsoletos.
¿Qué es el sistema contactless?
La palabra contactless alude a la capacidad de ciertos dispositivos de realizar transacciones sin mantener contacto directo con una superficie. Actualmente, uno de los principales usos de esta tecnología consiste en efectuar pagos a través de tarjetas de débito o crédito, pero también smartphones, tablets, relojes, pulseras, llaveros o incluso pegatinas.
De forma resumida, la tecnología contactless utiliza un sistema NFC (near field communication) que manda una señal de pago de forma segura a través de una frecuencia de radio. Este mecanismo se activa al ponerse cerca de un punto de venta especialmente preparado.
Se trata de un sistema que es configurable por el cliente, pero que normalmente no requiere de ninguna otra interacción con el dispositivo lector para compras pequeñas, por lo que su máximo potencial se da cuando son necesarios pagos rápidos y de poco valor, como para pagar en servicios de transporte, máquinas expendedoras, gasolineras, bares, tiendas de conveniencia o locales take away.
Las cifras dejan patente que el futuro es contactless. En el año 2023 se prevé que haya 28.000 millones de dispositivos contactless, lo que da una media de cuatro por persona. Más allá la propia tarjeta o el teléfono móvil, los dispositivos utilizados serán cada vez más diversos, y los expertos esperan que el contactless cambie la manera de comprar para siempre, tal y como lo hizo la tarjeta de débito o crédito en su día. Actualmente, el 50% de las transacciones en Europa ya son contactless.
Cómo funciona una tarjeta contactless
Una tarjeta contactless utiliza la tecnología de comunicación por radiofrecuencia (NFC - Near Field Communication) para realizar pagos sin necesidad de introducir la tarjeta en el terminal ni deslizarla.
El funcionamiento es sencillo:
- El cliente acerca la tarjeta al terminal de pago (TPV) compatible con contactless.
- Mediante la antena NFC incorporada en la tarjeta, se transmite la información de forma inalámbrica al terminal en cuestión de segundos.
- Si el importe es inferior a 50 €, generalmente no es necesario introducir el PIN, aunque este límite puede variar según el banco o la normativa vigente.
- Para importes superiores, el sistema solicita el PIN como medida de seguridad adicional.
Este método se ha convertido en una de las formas de pago más rápidas y cómodas en comercios físicos.
Seguridad de las tarjetas contactless
Una de las preocupaciones más comunes al hablar de tarjetas contactless es la seguridad. Sin embargo, este método de pago incorpora múltiples medidas de protección:
- Cifrado de la información: los datos que viajan entre la tarjeta y el terminal están encriptados, dificultando su uso fraudulento.
- Límites de importe: los pagos sin PIN tienen un límite (habitualmente 50 €), reduciendo el riesgo en caso de pérdida o robo.
- Autenticación periódica: después de varios pagos sin PIN, el sistema solicitará introducirlo para verificar la identidad del titular.
- Protección de las entidades bancarias: en caso de uso fraudulento, los bancos suelen cubrir al cliente siempre que notifique la incidencia de inmediato.
Opciones adicionales de seguridad: algunos bancos permiten desactivar o activar la opción contactless desde la app móvil.
Ventajas del pago contactless para los negocios
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- Inmediatez y comodidad. La tecnología contactless elimina algunos de los trámites más engorrosos del pago con tarjeta, como pueden ser la firma o la inserción en una ranura, lo cual a su vez agiliza el tiempo de espera. En última instancia, reduce la necesidad de llevar encima o utilizar billetes y monedas, aumentando la comodidad al realizar los pagos; y una mayor facilidad para la compra conlleva un consumo más impulsivo y menos reflexivo.
- Potenciar un mejor servicio al cliente, evitando colas y ganando en productividad de los empleados. Las transacciones más rápidas también pueden significar que un negocio no necesite contratar empleados adicionales para cubrir las horas punta.
- Mayor seguridad. Este tipo de pago permite que el dispositivo empleado (tarjeta, móvil, reloj…) quede en todo momento en manos del cliente. Aunque ocasionalmente se han extendido bulos sobre robos con dispositivos TPV fraudulentos, las entidades bancarias y las autoridades lo desmienten: la transacción dejaría un rastro de quién ha efectuado el cobro y del número de cuenta receptora, lo que facilitaría localizar a los defraudadores fácil y rápidamente.
- Favorece la fidelización. Ofrecer múltiples métodos de pago favorece a los negocios, mientras que ofrecer un solo método reduce las opciones de que un usuario repita la compra en el mismo establecimiento. Además, pueden crearse aplicaciones propias para pagar desde un dispositivo móvil con tecnología contactless y que, al mismo tiempo, registre los datos en un programa de fidelización para que el usuario tenga acceso a descuentos, promociones, etc.
En definitiva, el pago contactless ya es el método de pago favorito por los españoles, lo que convierte la inversión en esta tecnología algo necesario para todos los negocios que quieran conseguir una experiencia de usuario óptima.
