Los servicios de prevención ajenos, también conocidos como SPA, son empresas especializadas en prevención de riesgos laborales que, contratadas por otras empresas, se encargan de garantizar que se implementen las actividades preventivas exigidas por la ley. Aunque no es obligatorio contratar un SPA, en ciertos casos es necesario contar con un servicio de prevención propio.
Prevención desde la empresa
En algunas circunstancias, el propio empresario puede encargarse de las labores de prevención de forma individual. Esto es posible cuando:
- La empresa cuenta con menos de 10 trabajadores.
- El empresario está presente de forma habitual en el centro de trabajo.
- La empresa no realiza actividades incluidas en el Anexo I del Reglamento de los Servicios de Prevención.
- El empresario tiene la formación adecuada sobre los riesgos presentes en la empresa.
En empresas con menos de 25 trabajadores y un único centro de trabajo, el empresario también puede designar a uno o varios trabajadores para que se ocupen de la actividad preventiva, siempre que tengan la formación adecuada y tiempo suficiente para realizar sus tareas preventivas.
Si la empresa supera estos límites, debe establecer un servicio de prevención propio, con personal dedicado en exclusiva a esta actividad. Los Servicios de Prevención Propios deben contar con instalaciones y medios humanos necesarios y con al menos dos especialidades (a elegir entre Medicina del Trabajo, Seguridad en el Trabajo, Higiene Industrial, y Ergonomía y Psicosociología), desarrolladas por personas con la titulación correspondiente.
¿Cuándo contratar un servicio de prevención ajeno?
Si tu empresa tiene menos de 25 trabajadores y un único centro de trabajo, puedes optar por un SPA en lugar de constituir uno propio. Esto es necesario cuando la designación de uno o varios trabajadores no es suficiente para realizar la actividad preventiva o cuando el empresario no puede asumir la totalidad de las funciones preventivas. En este caso, puedes contratar un SPA que cubra la totalidad de la actividad preventiva o repartirla entre varias entidades.
Contratar un SPA tiene varias ventajas:
- Cuentan con técnicos especializados y con experiencia, lo que permite realizar las tareas de forma más profesional.
- Ofrecen asesoramiento e información constante y se mantienen actualizados sobre las nuevas normativas que van surgiendo.
- Su coste suele ser inferior al de un servicio propio.
Sin embargo, también existen desventajas:
- Al tratarse de una empresa externa, la implicación es menor y las actividades preventivas y soluciones pueden ser más estandarizadas, ya que no conocen tan bien las características propias de la empresa.
- La externalización dificulta la creación de una cultura preventiva dentro de la empresa.


