En 2017 se firmaron más de 21,5 millones de contratos, batiendo el récord del año anterior. De los mismos, más del 90% fueron temporales, alcanzando la cifra de 19,6 millones, la más alta de toda la historia de nuestro país. Por ello, no es de extrañar el auge que han experimentado las ETT desde su aparición.
¿Qué es una ETT?
Las Empresas de Trabajo Temporal actúan como intermediarios entre un/a empresario/a que necesite cubrir una vacante temporal en su empresa y un trabajador que, además de estar disponible para trabajar, cumple los requisitos y se adecúa al perfil solicitado.
En España, llevan vigentes desde 1994, tras la reforma laboral acordada ese mismo año para tratar de incentivar la contratación entre los sectores más desfavorecidos, como los jóvenes sin experiencia laboral o los trabajadores con escasa formación. En sus más de 25 años de historia se han multiplicado hasta alcanzar más de 250, distribuidas por toda la geografía española.
ETT: ¿cómo operan?
La relación entre ETT y empresa usuaria se ratifica a través de un contrato de puesta a disposición, regulado legalmente, en el que se especifica que las ETT son las encargadas tanto del proceso de selección como de la contratación y formación (si fuese necesaria).
Una vez finalizado este proceso, el trabajador prestará servicios en la empresa usuaria. Las ETT son las únicas entidades legalmente autorizadas para la cesión temporal de trabajadores.
Desde el 1 de diciembre de 2024, las ETT están obligadas a comunicar mensualmente a la autoridad laboral competente todos los contratos de puesta a disposición formalizados, utilizando para ello el modelo oficial establecido en la Orden TES/1324/2024. Además, deben conservar durante cinco años copia de estos contratos, tanto con las empresas usuarias como con los trabajadores.
Uno de los temas más controvertidos que ha rodeado siempre a estas entidades es el salario. Debemos aclarar que, por ley, el salario debe ser el mismo que el de un trabajador en plantilla que realice funciones equivalentes, ya que se rige por el convenio colectivo de la empresa usuaria.
Un trabajador contratado a través de una ETT no paga absolutamente nada por su contratación. El coste es sufragado íntegramente por la empresa usuaria. De hecho, en muchos casos, la nómina de un empleado contratado por ETT puede parecer más alta, ya que las vacaciones y pagas extraordinarias se suelen prorratear en el salario mensual.
Eso sí, puede haber ciertas concesiones o bonificaciones internas (por ejemplo, tickets restaurante, bonificaciones en transporte, etc.) de las que solo disfruten los empleados en plantilla y no los contratados por ETT, salvo que el convenio establezca lo contrario.
Tipos de contrato por ETT
- Contrato por circunstancias de la producción, cuando hay un pico de actividad en las empresas (por ejemplo, en Navidad, rebajas, campañas de corta duración, verano…).
- Contrato por sustitución de persona trabajadora, cuando se cubre una baja u otro derecho del trabajador sustituido (antes conocido como interinidad).
- Contrato fijo-discontinuo, especialmente en sectores con actividad estacional o intermitente.
Desde la reforma laboral de 2021, los contratos temporales están mucho más limitados y deben estar plenamente justificados. Las ETT deben cumplir con los requisitos legales estrictos para cada modalidad de contrato.
También es importante destacar que las ETT ofrecen puestos de trabajo indefinidos mediante uno de los servicios que prestan a las empresas: la selección directa. En este caso, funcionan como empresas de selección o bolsas de trabajo, entrevistando a los candidatos y presentando a los más adecuados a la empresa usuaria, que puede contratarlos directamente o a través de un período inicial con la ETT (lo que se conoce como puente de empleo).
Ventajas de las ETT para las empresas
- Ahorro de tiempo en la búsqueda y selección.
- Reducción de gestiones administrativas como pago de nóminas, elaboración de contratos, Seguridad Social o prestaciones por desempleo.
- Ahorro económico: Aunque hay que pagar el servicio a la ETT, compensa el coste en tiempo y recursos del personal de la propia empresa.
- Asesoría laboral especializada: Las ETT suelen contar con equipos legales expertos, especialmente útiles para pymes sin departamentos internos.
- Menor exposición a conflictos laborales: Si la empresa desea prescindir de un trabajador, la gestión del despido y el pago de la indemnización corre a cargo de la ETT, que es la empleadora legal.
