Hace unos años, era fácil que un díptico u otras formas de publicidad directa impresa quedaran rápidamente en el olvido. No obstante, la migración de gran parte de la publicidad a internet ha provocado que muchas personas presten más atención a lo tangible, dando una nueva oportunidad a este formato publicitario.
Te contamos qué es un díptico, cuándo es eficaz como formato publicitario y algunas ideas para crear un díptico que llegue a tus clientes.
¿Qué es un díptico?
Se llama díptico a un formato de publicidad impresa que consiste en una hoja de papel doblada por la mitad.
Generalmente de un tamaño A5 o inferior, este folleto sencillo cuenta con cuatro caras disponibles para promocionar un producto, servicio o una empresa.
Los dípticos, generalmente, se crean para ser distribuidos a través del buzoneo o del envío por correo a los clientes. No obstante, también es común su distribución en mostradores de venta u otros lugares afines al negocio anunciado.
El díptico es un medio sencillo para comunicar novedades en una empresa o publicitarla, muy típico de algunas industrias. Es común, por ejemplo, que un restaurante ofrezca comida para llevar y buzonee las zonas donde se encuentre su público,
Lejos de quedar obsoleto con la conquista de la publicidad online, el díptico ha ganado en relevancia en los últimos años: al menos el 79% de los usuarios que reciben un folleto impreso aseguran guardarlo o al menos mirar sus contenidos, según publica Direct Marketing Association (DMA)
¿Cómo diseñar un díptico eficaz?
1. Aprovecha el espacio
Un díptico tradicional incluye los siguientes elementos:
- La portada, con el logotipo de la empresa y el principal argumento de venta (por ejemplo, el eslogan del negocio).
- Dos páginas interiores. Aquí hay espacio suficiente para incluir distintos argumentos de venta: desde mostrar los productos o servicios que ofreces, hasta exponer sus ventajas competitivas con estadísticas o testimonios de otros clientes.
- En la contraportada puedes incluir datos de contacto o la ubicación del local físico.
2. Sé conciso
Aunque el espacio en un díptico es relativamente amplio, trata de comunicar de la forma más breve y concisa un mensaje sencillo que llegue a los clientes: tus ofertas este mes, tus mejores productos o la calidad de tus servicios.
La mayoría de usuarios miran los materiales promocionales sin pararse en el detalle.
Evita, así, incluir demasiada información o imprimir textos densos llenos de palabras complejas o técnicas. Resume esta información y llama la atención del lector con un mensaje sencillo que le mueva a querer saber más.
3. Conoce a tu público y personaliza el díptico
Hoy en día, es posible adaptar los contenidos de tu díptico al área geográfica e incluso al tipo de persona que va a recibir este material promocional.
¿Para qué sirve un díptico?
Enviar dípticos puede ser esencial para algunos tipos de negocios, ayudándoles a lograr más ventas en momentos concretos como la apertura o un evento particular.
Así, los dípticos suponen un canal adicional para comunicar la identidad de un negocio, sus productos o servicios. Algunas de sus funciones incluyen:
- Reforzar el branding de una empresa: un díptico bien diseñado y enviado a las personas adecuadas puede ayudar a las empresas a acentuar su imagen.
- Difundir un mensaje de forma sencilla a un bajo coste y con un alcance masivo.
- Ayudar a recordar y reconocer la marca: un díptico es un material tangible que, a diferencia de la publicidad online, requiere una manipulación física. Al pasar por las manos del usuario, puede dejar un recuerdo menos volátil que el de la publicidad online. - Sorprender con un detalle adicional en el interior. Por ejemplo, algunas marcas incluyen muestras de un producto o un cupón de descuento en el interior del díptico.


