La contratación en PYMES: pros y contras de un contrato temporal

Por: Equipo BeeDIGITAL

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Dirigir una PYME es una experiencia apasionante que constantemente requiere tomar infinidad de decisiones acerca del modelo de negocio y hacer equilibrios con el presupuesto para ser capaz de sacar adelante el trabajo para los clientes, pagar a los trabajadores y generar beneficio.

Aunque la idea más extendida, cuando decides emprender, es la de ser generador de empleo de calidad y, por tanto, rodearte de una plantilla de empleados indefinidos, muy pronto la realidad asoma por tu puerta. Así, para lograr que las cuentas cuadren y que tu negocio tenga futuro, resulta de vital importancia que conozcas y eches mano del contrato temporal.

Tipos de contrato temporal

Como su mismo nombre indica, un contrato temporal es aquel cuyo fin, que llegará más pronto que tarde, es conocido de antemano por el empresario y el trabajador. De entre todos los tipos de contratos temporales existentes en España, te dejamos con los más comunes:

• Contrato temporal propiamente dicho. Su duración no debe superar el año y los negocios solo pueden contar con dos trabajadores contratados en este régimen.

• Convenio de beca. Realmente, no es un contrato como tal, ya que solo es legal si el trabajador compagina sus labores en tu PYME con sus estudios. La duración de esta relación laboral suele estar comprendida entre los 6 y 9 meses y el sueldo medio suele rondar los 300 euros mensuales.

• Contrato de prácticas. A menudo confundido con el anterior, se trata de un contrato para que los universitarios sin experiencia ingresen en el mercado laboral. El sueldo que perciben debe ser el 60% del de un trabajador normal que desempeñe sus mismas labores.

• Contrato temporal por obra y servicio. Tiene una duración limitada, pero, tanto el trabajador como el empresario, desconocen el momento exacto en el que finalizará.

• Contrato eventual por circunstancias de la producción. Es el perfecto para hacer frente a picos de trabajo. Su duración total no podrá superar los 6 meses dentro de un periodo de 12, es decir, podrás recurrir a ese trabajador una serie de veces durante un año, siempre y cuando el tiempo no supere el medio año.

• Contrato para la formación y el aprendizaje. Similar al contrato de prácticas, establece que el 25% de la jornada laboral se dedique a formación durante el primer año. El segundo, ese porcentaje se reduce hasta el 15.

• Contrato de interinidad. Es el ideal para cubrir el puesto de un trabajador mientras este disfrute de sus vacaciones o esté de baja, ya sea maternal, paternal o por enfermedad.

• Otros contratos temporales: primer empleo joven, contrato de trabajadores en situación de exclusión social, víctimas de violencia de género, doméstica o del terrorismo, de trabajadores mayores de 52 años, de relevo, de personas con discapacidad o de antiguos presos.

Ventajas y desventajas del contrato temporal

-Ventajas:

• Para los contratados, ingresar en el mercado laboral y ganar experiencia.

• Para tu negocio, ahorrar en costes laborales y aliviar situaciones de picos de trabajo sin tener que invertir mucho dinero hacer crecer la plantilla.

-Desventajas:

• Continuos cambios en tu equipo de trabajo.

• Pérdida de tiempo (y dinero) en buscar a nuevos trabajadores y formarlos.

Como ves, el contrato temporal puede ser la solución que necesitas cuando tu negocio crece en número de clientes, pero no puedes invertir mucho dinero en aumentar la plantilla. Como su mismo nombre indica, una relación laboral de este tipo no debe cronificarse. Tarde o temprano descubrirás que, a la larga, el contrato temporal te hará perder dinero, puesto que, constantemente, tendrás que renovar tu equipo. Así que, ¡ya lo sabes!, una rutina de contrato temporal si breve, dos veces buena para tu PYME.